Investigate drug to reduce abdominal fat

The endocrinologist Carlos Fardella works on blocking an enzyme that causes an increase in fat cells.

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Investigan fármaco para disminuir la grasa abdominal


El endocrinólogo Carlos Fardella trabaja en bloquear una enzima que provoca un aumento en las células adiposas.

Cuenta Carlos Fardella que tardó doce años en describir por qué ciertas personas acumulan más grasa en el abdomen que en otros lados del cuerpo. Esa razón, dice el endocrinólogo, hace que los pacientes se transformen en obesos con síndrome metabólico. O sea, en individuos con hipertensión arterial, triglicéridos altos y alteraciones en la glicemia e insulina. Toda una coexistencia de signos que aumentan el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares y accidentes cerebrovasculares.

Con aquella respuesta en mano, celebra el investigador del Consorcio Tecnológico en Biomedicina Clínico Molecular de la Universidad Católica logró dar un fármaco que solucionó el problema, por ahora, en experimentos celulares.

"Estamos dedicados a desarrollar un medicamento eficaz para la obesidad y el síndrome metabólico. A fin de año terminan las pruebas en animales. Si todo anda bien, pasaremos a la fase clínica (pruebas en humanos)", confirma el endocrinólogo.

La grasa abdominal.

Fardella dice que es un error pensar que la obesidad está relacionada con los kilos de más. "El dilema real es la cantidad de grasa del abdomen y el tamaño de la circunferencia abdominal. Puede haber alguien que pese 100 kilos pero es puro músculo", enseña.

Hace unos años, explica el médico, su equipo demostró que los pacientes obesos tenían una condición que los diferencia de los sanos.

Según cuenta, los obesos presentan un alto nivel en una enzima (molécula que permite a una sustancia convertirse en otra) que promueve que la hormona cortisona se transforme en cortisol. Algo complicadísimo para el médico, ya que el exceso de cortisol abdominal (que no es el mismo cortisol que circula en la sangre) provoca el crecimiento de células grasas.

"El cortisol aumenta la cantidad de grasa porque fomenta que las proteínas e hidratos de carbonos se conviertan en ácidos grasos", menciona.

Agrega que las probabilidades de que una persona aumente la grasa abdominal por comer en exceso son evidentemente altas. "Pero si esta enzima no funciona, va a subir mucho menos de peso y tedrá menos grasa", argumenta.

Droga contra la obesidad.

Fardella dice que actualmente no existe un fármaco para tratar la obesidad. En el mercado, cuenta, es posible encontrar anorexígenos que inhiben el apetito o medicamentos para controlar la resistencia a la insulina.

"Por primera vez en el país estamos buscando un fármaco que mejore la obesidad", destaca.

El equipo que lidera el endocrinólogo analizó cerca de dos millones de compuestos químicos provenientes del National Cancer Institute de Estados Unidos. Y gracias a un modelo computacional lograron identificar dos sustancias que detuvieron la enzima que convierte la cortisona en cortisol. Las pruebas, asegura Fardella, las realizaron en cultivos celulares. "Evitamos la conversión de cortisona en cortisol en concentraciones de 100 veces más bajas que el mejor compuesto existente", celebra.

Fardella aclara que debieron crear sus propios compuestos basados en la composición que tenían los que encontraron en el National Cancer Institute. Y ya cuentan con una patente. "La gracia de todo esto es que es cien por ciento Chilean Way", ríe el endocrinólogo.

Hace un par de meses, relata, iniciaron las pruebas en ratones. Los primeros resultados demostraron la seguridad del proceso. "Vimos que los fármacos no son tóxicos, se acumulan en la grasa y desaparecen. Esto es bien importante porque hay drogas muy efectivas que hacen que los ratones disminuyan la grasa, pero mueren a los dos días", describe. Y no solo eso: "no se le cayó el pelo, se sienten cómodos, comen bien y no pelean. Además tienen la gracia de que las drogas llegaron al órgano que queremos, que justamente es la grasa", dice. La próxima etapa es demostrar que los animales bajan de peso gracias a las drogas. Para eso, explica, compraron una dieta especial para que los ratones aumenten su grasa.

Medir el abdomen.

Francisco Mena, Director del Colegio de Nutricionistas, explica que medir la circunferencia abdominal es parte del diagnóstico de la obesidad y síndrome metabólico. Las mujeres que tienen sobre 88 centímetros de radio abdominal, dice, tienen un alto riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares. Para los hombres, agrega, el límite de riesgo severo está sobre los 102 centímetros.

Aclara que aquel riesgo se provoca porque la grasa se comprime en el tórax y presiona al corazón. Además, asegura, se infiltra en las vísceras y músculos.

"Considero que lo que están haciendo los investigadores es muy interesante porque ataca un problema desde su origen. Los fármacos que prometían ser la panacea contra la obesidad no han funcionado como esperábamos", advierte.

Para Mena la mejor forma de evitar la grasa abdominal y ser una persona sana es desarrollar la musculatura. "Cuando bajas de peso, también pierdes músculo y disminuyes el tamaño de las vísceras. Esa baja de músculo conlleva a una disminución de los receptores de las células que aceptan la insulina y modulan las respuestas frente a los aumentos de glicemia", enseña el nutricionista.